Reflexiones

No mires la paja, mira la virtud

La Virtud

¡La virtud hay que reconocer antes que buscar culpables y asumir la propia responsabilidad es una decisión fundamental para obtener un matrimonio saludable!

Hoy en día y en medio de todas las consecuencias que genera esta pandemia en el mundo y en nuestro país y que afecta la salud del matrimonio y la familia, es exageradamente común ver a los matrimonios culpándose el uno al otro por las circunstancias adversas y los malos resultados en la vida en lugar de ver la virtud. Es una tendencia que tiene mucho que ver con el sentido de aceptación y la autoestima de la persona.

Hay muchas formas de manifestarlo:

1.- La indiferencia

2.- La mala comunicación

3.- Las Represalias

4.- El silencio malintencionado

5.- La falta de humildad

6.- Falta de voluntad para trabajar en Equipo

7.- La falta de unidad en la oración

La virtud

Entre más baja sea la autoestima, mayor será su tendencia a buscar la culpa en otros. Hay muchos matrimonios quejándose de las acciones y actitudes del otro con el propósito de sentirse mejor. (Porque así me formaron…Porque así nací, porque así soy yo, que quieres, que cambie más.), Y en ese intento de justificación, culpan a su pareja de todo lo que puedan e ignorando sus propias aportaciones a los conflictos conyugales.

Esa actitud de culpar al otro nunca va a corregir el mal, y por el contrario existe una mayor probabilidad de que el conflicto se haga más grande. Es muy difícil que una persona cambie para bien cuando se le está haciendo sentir culpable. La actitud correcta y saludable es asumir la responsabilidad por las fallas y errores cometidos e identificar la virtud en la otra persona.

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO, SEGÚN SAN LUCAS, 6, 41-42
Y por qué te fijas en la pelusa que tiene tu hermano en un ojo, si no eres consciente de la viga que tienes en el tuyo. Como puedes decir a tu hermano, Hermano, deja que te saque la pelusa que tienes en el ojo, si tu no ves la viga en el tuyo. Hipócrita, saca primero la viga de tu propio ojo para que veas con claridad y entonces sacarás la pelusa del ojo de tu hermano. Biblia Latinoamericana

Palabra del Señor

EXPLICACION DEL EVANGELIO

El Evangelio nos enseña que debemos tener una actitud creativa, positiva y con bastante empatía y virtud, que nos haga capaces de ir al encuentro del otro sin juzgarlo, sin ideas preconcebidas, mirando an al prójimo con ojos de Dios, como alguien que merece nuestro respeto.

Esta total apertura comprensiva hacia el otro como hermano, nacerá  en nosotros solo si sabemos  relacionarnos con Dios en total confianza, con una relación autentica que nos permita ser luz de Cristo para las personas que están en nuestro entorno.

Cuando en un Matrimonio al menos uno de los dos, reconoce su parte en el conflicto conyugal con un sentido correcto de responsabilidad, la tensión baja y aumenta la posibilidad de que el cónyuge reconozca su parte también y puedan proceder a una restauración.

Asumir la responsabilidad es una acción de personas proactivas hacia la estabilidad del matrimonio y la familia, porque reconocen los errores propios y procuran enmendarlos para generar una relación saludable.

 Si has sido una persona con tendencia acusadora en tu matrimonio, debes reconocer y pedir perdón a Dios primero por tu posición negativa. Debes cambiar de actitud y concentrarte en mejorar tu relación de matrimonio y esto mejora considerablemente la relación de familia.

Tu valor está en función de quién eres. Valórate con un hijo(a) de Dios que no necesita el reconocimiento público ni el de tu pareja para saber lo que vales. Al obedecer a Dios, te valoras como su hijo, como su hija y eso te ayuda a crecer tu autoestima y vivir más por el deseo de agradar a Dios que agradar a los hombres. Hay muchas cosas que tenemos que hacer como cristianos, que pueden ser como tontas a los ojos del mundo, pero muy agradable a los ojos de Dios.

Asume pues entonces tu propia responsabilidad. El tan solo hecho de asumir tus responsabilidades será un incentivo para que tu pareja haga lo mismo, pero nunca lo fuerces, nunca la fuerces a hacerlo. Y concentrate más en las virtudes y aspectos positivos de tu pareja y no en sus defectos, de eso estamos llenos todos.

Dios nos manda a pensar siempre en lo bueno, lo justo, lo que tenga alguna virtud. Y pídele perdón a tu pareja también por haber tenido esa actitud en el pasado. Hablen de cambiar esa actitud y más bien decidir apoyarse y protegerse mutuamente para que alcancen la estabilidad matrimonial y familiar y vivan una vida espiritual y emocional saludable.

La vida en oración, los matrimonios en oración, nos llevan a fortalecer nuestra relación con Dios por medio de Jesucristo y de nuestra Madre Santísima y ello nos prepara con más fuerza ante las situaciones difíciles de la vida.

La Virtud

FINALMENTE, LES COMPARTIMOS ALGUNAS CONCLUSIONES:

 PUNTO No. 1.- Las cosas más importantes y vitales de la vida vienen del Señor, Cuando un hombre finalmente llegue a ser suficientemente inteligente para detenerse a admirar la bondad y la virtud de su esposa, el reconocimiento y el respeto deben aparecer como fundamento de amor y como fortaleza de Dios para su matrimonio.

 PUNTO No. 2.- Un hombre piadoso debe de aprender que tan poderosa es su esposa con sus virtudes. Una esposa piadosa debe aprender a no lastimar de ninguna manera su esposo, viendo primero sus bondades y no sus errores.

PUNTO No. 3.- Aprende a valorar a tu esposo(a), nunca hables más de Él, de ella, menciona sus mejores acciones, de defectos estamos llenos todos y la gente no tiene por qué enterarse de lo malo.

PUNTO No. 4.- Cuando estén viendo que algo está afectando su relación de pareja, platíquenlo de inmediato, oren juntos y a la luz de la palabra de Dios, encontraran la solución que más conviene al matrimonio y la familia.

PUNTO No. 5.- Deben poner su matrimonio totalmente en el plan de Dios, No viendo la paja, ni los sucios, sino las virtudes y potencialidades de cada uno, Él se encargará de mover todo adecuadamente para llevar ese proyecto de vida a buen término. Ustedes alcanzarán la felicidad que proporciona el Señor. CONCLUSION: Ningún logro material, académico, laboral, Profesional o económico, justifica una separación y un divorcio