El matrimonio es la Empresa donde nunca se termina de aprender, hay que aprender diariamente y poner en practica todo lo que beneficia a la pareja, siempre hay algo en que mejorar
Hay una multitud de problemas que afectan a la vida matrimonial. Problemas y conflictos son inevitables en toda vida conyugal, y en el caso del matrimonio, la primera prevención es sin duda la buena disposición para enfrentar positivamente Las dificultades.
Esta disposición supone poder hacer frente con realismo a varios desafíos de los que han de ser conscientes los esposos desde el principio, como son el hecho de compartir sus vidas veinticuatro horas al día con los límites que ello supone para la propia vida; los cambios y evolución en la relación conyugal con el paso del tiempo; la dificultad de establecer y mantener un buen nivel de comunicación entre ellos; la realidad de la monotonía de la vida; los condicionamientos económicos y sociales, como la falta de trabajo; la educación de los hijos, con sus imprevistos y dificultades; los sacrificios que éstos exigen.
Hay que evitar también hacerse un concepto excesivamente idealizado de los primeros años del matrimonio, pues se da en ellos mucha inexperiencia e inmadurez. Es necesario dar el paso del enamoramiento al amor, sabiendo darse y acoger al otro con un amor que sabe renovarse. Son bastante frecuentes los desencantos ya en los primeros meses del matrimonio, porque a nadie le gusta poner a la luz hábitos y costumbres, que con frecuencia sólo serán conocidos en la convivencia.
Es indudable que muchas parejas llegan al matrimonio con una gran superficialidad y sin tener ideas claras sobre lo que es y viven en él sin haber alcanzado la necesaria madurez personal ni la capacidad de contraer un compromiso definitivo. La pareja es frágil cuando en ella lo que domina es el egoísmo y no se basa en la fe en el otro, en la esperanza, en el amor abierto al perdón y en la confianza plena
Muchos cónyuges constatan, poco o mucho tiempo después de haberse casado, que la realidad de su vida matrimonial no concuerda con lo que habían soñado y deseado para su matrimonio. “En la relación de pareja, están implicadas las voluntades de dos personas, llamadas a una armonía de mentalidad y de comportamiento, lo cual exige paciencia, simpatía y tiempo.
COLOSENSES 3, 12-15
Palabra de Dios- Biblia Latinoamericana
12.Pónganse, pues, el vestido que conviene a los elegidos de Dios, sus santos muy queridos: la compasión tierna, la bondad, la humildad, la mansedumbre, la paciencia.
13.Sopórtense y perdónense unos a otros si uno tiene motivo de queja contra otro. Como el Señor los perdonó, a su vez hagan ustedes lo mismo.
14.Por encima de esta vestidura pondrán como cinturón el amor, para que el conjunto sea perfecto.
15.Así la paz de Cristo reinará en sus corazones, pues para esto fueron llamados y reunidos. Finalmente, sean agradecidos.
El proceso de unión e integración es bastante complicado, pues cada uno de los dos sigue siendo él mismo, con sus límites y defectos y tienen que aprender a soportarse mutuamente. Las decisiones ya no las toma uno individualmente, sino que hay que consensuarlas.
Hay que tener una buena comunicación para evitar muchos malentendidos. La unidad matrimonial pasa por la realidad diaria. Los esposos deben ir acoplándose en todos los aspectos, siendo por ello muy conveniente ser conscientes de la importancia de seguir continuamente formándose, a fin de poder asumir adecuadamente las responsabilidades que se les presentan.
1 DE PEDRO, 3, 7-11
Palabra de Dios – Biblia Latinoamericana
7.Y ustedes, maridos, sean a su vez comprensivos en la vida en común. Sabiendo que sus compañeras son seres más delicados, y que ambos comparten la gracia que lleva a la vida, eviten las amenazas. Este será un buen medio para que Dios escuche lo que ustedes le pidan.
8.Finalmente, tengan todos un mismo sentir, compartan las preocupaciones de los demás con amor fraterno, sean compasivos y humildes.
9.No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien bendigan, pues para esto han sido llamados; y de este modo recibirán la bendición.
10.El que de veras quiera gozar la vida y vivir días felices, guarde su lengua del mal y que de su boca no salgan palabras engañosas.
11.Aléjese del mal y haga el bien, busque la paz y corra tras ella.
En el matrimonio tanto nuevo como el de muchos años está presente el proyecto de vida y tanto el hombre como la mujer son llamados a sacarlo adelante, poniendo su mejor empeño a lograr la verdadera y plena felicidad.