Dado que los esposos conectados y amorosos hacen a mamás y papás más efectivos, lo mejor que puedes hacer por tus hijos es concentrarte en crear el lazo más fuerte posible con tu compañera.
Hay muchas cualidades entre otras, que hemos identificado aquí en este tema que son vitales para los matrimonios exitosos. Nosotros queremos ser uno de ellos. Aquí le ponemos un vistazo.
Compromiso de por vida. El matrimonio es una aventura para toda la vida, llena de triunfos y derrotas. Las parejas que entienden esto entran a su relación con la actitud de que, a pesar de los desafíos de la vida, están dedicados el uno al otro y no querrán tirar la toalla cuando los tiempos se pongan difíciles.
Respeto a la virtud de cada persona. No pierdas de vista lo que los atrajo mutuamente antes de que llegaran los hijos. Los padres que saben quiénes son y a dónde van, alientan naturalmente a cada uno de los otros miembros de la familia a hacer los mismos descubrimientos. Motivan a los hijos a buscar y seguir sus propios caminos y a desarrollar sus talentos e intereses especiales.
Comunicación positiva. La comunicación es el corazón y alma de cualquier relación dinámica. Es importante para maridos y esposas tener comunicación efectiva para entender y comprender los pensamientos y sentimientos del otro.
Manejo sano de conflictos. La clave para el éxito matrimonial radica en el modo en que la pareja maneja los conflictos inevitables del matrimonio — esto es, manteniendo las cuentas claras y no dejando que la ira cause enojos y resentimientos, que más allá de ser pérdida de tiempo no es bueno para un matrimonio que busca ser saludable.
Pasar tiempo agradable juntos. Las parejas que prosperan pasan tiempo agradable juntos deliberadamente. Programan encuentros positivos que les guste a ambos y desarrollan ambientes agradables.
Amar. Los matrimonios exitosos están hechos de dos personas que se valoran y honran el uno al otro. Puedes hacer esto con confianza en Dios, ya que amar es una decisión y ambos deben tomarla.
Responsabilidad compartida. Las parejas con relaciones dinámicas hablan abiertamente sobre sus roles en el hogar. Idean un plan viable que preserva la justicia en la forma en que divide las tareas y responsabilidades domésticas.
Hacer frente al cambio, el estrés y la crisis. Los maridos y esposas exitosos reconocen que las presiones y dificultades externas llegarán sobre ellos. Se preparan para los tiempos difíciles y hacen previsiones para buscar ayuda oportuna con las personas adecuadas, cuando lo necesitan.
Integrados a una Comunidad Cristiana. Los matrimonios sanos, se dan cuenta de que necesitan a otras personas y que otras personas los necesitan a ellos. Se involucran en comunidades como el Movimiento CAMINO que sirve de apoyo donde tienen muchas oportunidades de crecer juntos Espiritualmente, esto les dará mucho discernimiento en las decisiones que deben tomar.
CONCLUSION: A veces siento que mi esposa y yo pasamos tanto tiempo en nuestros roles como mamá y papá que descuidamos nuestra propia relación. ¿Solo necesitamos reconocer que tenemos que poner balance y equilibrio en nuestras necesidades como pareja, para mejorar en el proyecto de vida encomendado.
Una casa sólo puede ser tan fuerte como las partes que la componen, específicamente, esposo, esposa e hijos estén bien unidos y fuertes. Las familias sanas están hechas de individuos sanos, y los matrimonios exitosos y felices tienden a producir hijos sanos y exitosos.