Conoce la importancia de la fortaleza para perseverar, hacer el bien y no alejarnos de nuestro camino cristiano por los problemas de la vida cotidiana.
La fortaleza es la virtud que nos ayuda a afrontar las dificultades y nos da la perseverancia para buscar el bien y resistir las tentaciones.
Así lo indica el Catecismo de la Iglesia Católica, explicándonos la importancia de esta virtud para superar los obstáculos de la vida moral, y vencer el temor.
Conscientes de la importancia de este tema para la vida cristiana, el Movimiento Camino, presentó en su asamblea semanal la conferencia “La Gran Virtud de la Fortaleza”.
La charla fue brindada por el conferencista Sergio Paz, quién aseguró que la fortaleza nos lleva a ser pacientes, ante los obstáculos y tribulaciones de cada día.
Paz invitó a los matrimonios presentes a trabajar por su fortaleza espiritual para lograr una voluntad de acero, inflexible ante las dificultades, tentaciones, desánimos y problemas de la vida diaria.
Explicó que la fortaleza se manifiesta en dos hábitos, el primero es haciendo siempre el bien, sin detenernos ante las dificultades y problemas que podamos tener.
El segundo hábito, añadió, es resistir y soportar con buenos ánimos ante estas dificultades y problemas. No nos cansemos de hacer el bien.
Dios nos pide firmeza
Segunda de Timoteo, 1:7
Palabra del Señor
“Porque Dios no nos dio un espíritu de timidez, sino un espíritu de fortaleza, de amor y de buen juicio”. Biblia Latinoamericana
Una persona con fortaleza interior, es aquella que se entrega con valentía para vencer cualquier dificultad y que no miente para salir de un problema, aseveró el charlista católico.
“El señor quiere que seamos hombres y mujeres con firmeza de espíritu que seamos valientes de carácter, que seamos personas cristianas de firmes convicciones” manifestó el charlista Sergio Paz.
Consideró que la fortaleza es necesaria para lograr metas grandes en nuestras vidas, mucha gente se acobarda, se paraliza mucho antes de dar el primer paso para ese gran proyecto.
Si quieres que tus hijos triunfen en la vida, y permanezcan siempre fieles a Dios ayúdales a que se ejerciten la virtud de la fortaleza.
Enséñeles a que aprendan a resistir, aguantar y no quebrantarse a los obstáculos, tribulaciones y pruebas. En el mundo de hoy el que no es fuerte se lo come, agregó.
La fortaleza hay que formarla día a día, se trabaja con pequeños ejercicios, espere paciente en el tráfico, rece en vez de pitar o gritar. Jesús nos espera en lo pequeño de cada día, indicó.
La fortaleza es escasa
Lamentó que uno de los grandes defectos del mundo actual es la debilidad, la fortaleza cada día es más escasa, y las personas pueden ceder a sus convicciones cristianas por presiones.
Muchas veces las personas se rajan a mitad del camino porque hacen el bien y reciben lo contrario, la fortaleza ayuda a perseverar, aunque se reciba lo malo.
Hay que ser fuertes para resistir a una enfermedad, a los estados de ánimo cambiantes de una persona, a no contestar una ofensa y no recibir dinero mal habido.
“Para afrontar estas situaciones necesitamos de la virtud de la fortaleza, desde ya hay que pedírsela al Espíritu Santo porque es uno de sus siete dones”, expresó Paz.
El charlista invitó a los matrimonios de Camino a trabajar en la fortaleza, privarse de caprichos, a ser pacientes con su cónyuge, hijos y compañeros de trabajo.
Un adulto puede ser esclavo de sus enojos, y entrar en conflicto con su cónyuge e hijos, nosotros tenemos que dominar nuestras emociones, no las emociones a nosotros, motivó a los presentes.
“No es propio de un cristiano andar con un gesto agrio, andar con cara de limón, malhumorado, tristes, destilando veneno por todos lados por cambios de última hora”, dijo Paz.
Si usted quiere participar en las Asambleas de Camino, un movimiento católico evangelizador de parejas y matrimonios, le esperamos todos los viernes a las 7:00 p.m. en el Polideportivo del Instituto San José del Carmen.