Que Dios sea el centro, es un estilo de vida profundo de fe. No significa tan solamente que te hayas casado, que te hayas comprometido, o que hayan orado cuando te casaste. Que Dios sea el centro, es un profundo y comprometido estilo de vida de fe, que rige los códigos de cada integrante del matrimonio.
Si el esposo y esposa aman a Dios, temerán ser desobedientes, y no solo para no engañar al otro, sino mucho más, para ser atentos, arrepentirse si existe una mala actitud, tratar al otro como se merece, porque el amor de Dios está en ellos. Tanto el esposo como la esposa, deben poner a Dios cada uno personalmente en el centro de su vida; para todo, para decidir, para que sea el primero en quién confiar y buscar. En definitiva, para mantener sus consejos y vivir de acuerdo a su palabra. Si ambos cónyuges están basando sus vidas en Dios, cualquier problema se podrá superar.
EFESIOS 5, 20-25
“20.Den gracias a Dios Padre en nombre de Cristo Jesús, nuestro Señor, siempre y por todas las cosas. 21.Expresen su respeto a Cristo siendo sumisos los unos a los otros. 22.Lo sean así las esposas a sus maridos, como al Señor. 23.El hombre es cabeza de la mujer, como Cristo es cabeza de la Iglesia, cuerpo suyo, del cual es asimismo salvador. 24.Que la esposa, pues, se someta en todo a su marido, como la Iglesia se somete a Cristo. 25.Maridos, amen a sus esposas como Cristo amó a la Iglesia y se entregó a sí mismo por ella. “
Cuando se honra a Dios individualmente, y en conjunto como matrimonio, el amor se renovará. Yo lo experimento desde hace años, es algo inusual para el pensamiento común del mundo sin fe, que siempre habla de «desgaste», luchan permanentemente para no estar en conflicto. Mientras el mundo indica que la mayoría de los matrimonios fracasan. En el amor de Cristo, esto se puede evitar ya que existe un matrimonio para toda la vida, que va creciendo en amor y compañerismo.
Si están pasando por un conflicto, por situaciones desgastantes, no hay cosa que Dios no pueda renovar, sanar o corregir, pongan la palabra de Dios y la oración primero renunciando al orgullo y a toda clase de actitud negativa. Un matrimonio alcanza su mejor expresión cuando Jesús es la roca solida que lo sostiene. No solo se trata de orar, sino de estar rendidos a Él, de temerlo, de amarlo sobre todas las cosas. Cristo debe ser la roca donde edificas tu matrimonio.
Comenten LUCAS 6, 47-49
“47.Les voy a decir a quién se parece el que viene a mí y escucha mis palabras y las practica. 48.Se parece a un hombre que construyó una casa; cavó profundamente y puso los cimientos sobre la roca. Vino una inundación y la corriente se precipitó sobre la casa, pero no pudo removerla porque estaba bien construida. 49.Por el contrario, el que escucha, pero no pone en práctica, se parece a un hombre que construyó su casa sobre tierra, sin cimientos. La corriente se precipitó sobre ella y en seguida se desmoronó, siendo grande el desastre de aquella casa.”
Una esposo o esposa que ama a Dios tendrá el amor suficiente para dar al otro, y Dios le renovará el amor, no existe el «desgaste» porque el amor de Dios es derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.
ROMANOS, 5, 1-5
“1.Por la fe, pues, hemos sido reordenados, y estamos en paz con Dios, por medio de Jesucristo, nuestro Señor. 2.Por él hemos tenido acceso a un estado de gracia e incluso hacemos alarde de esperar la misma Gloria de Dios. 3.Al mismo tiempo nos sentimos seguros incluso en las tribulaciones, sabiendo que la prueba ejercita la paciencia, 4.que la paciencia nos hace madurar y que la madurez aviva la esperanza, 5.la cual no quedará frustrada, pues ya se nos ha dado el Espíritu Santo, y por él el amor de Dios se va derramando en nuestros corazones.”
El amor es la clave de todo, Dios es amor y Él nos llena con ese amor cada día, en el existe el amor verdadero y no desea que los matrimonios se divorcien. el amor es lo que necesitamos tener y aplicar en el matrimonio durante toda nuestra vida. Hay cosas que un cónyuge ve en el otro como un defecto, como cosas que le molestan, y justamente es eso es lo que hace que el amor de Dios se perfeccione. Dios usará tu matrimonio para perfeccionar tu amor y para que seas cada vez más como Jesús. El amor todo lo soporta. No es casualidad que te hayas casado con quién lo hiciste. Algunos deben estar muy heridos o molestos por cómo es el otro, come se comporta cada día, por ciertas costumbres que no le agradan y demás, pero si quieres madurar espiritualmente, estás en el mejor lugar para hacerlo: TU MATRIMONIO.
Primera de Pedro, 3, 1-9
En cuanto a conflicto hay que saber ceder, perdonar, amar. No dar rienda a la ofensa a las palabras odiosas, una pequeña palabra dicha a destiempo o en el momento menos oportuno, sabemos, los que estamos casados, la cantidad de hostilidad que puede acarrear. A los matrimonios jóvenes les digo, que sus primeros tiempos serán muy especiales, pero comenzarán pronto a tener que poner el amor y la paciencia sobre todas las cosas, porque de eso se trata, de manifestar el amor de Cristo, primero en tu matrimonio, luego en tu familia y luego en tu Iglesia y comunidad.
En cuanto a conflicto hay que saber ceder, perdonar, amar. No dar rienda a la ofensa a las palabras odiosas, una pequeña palabra dicha a destiempo o en el momento menos oportuno, sabemos, los que estamos casados, la cantidad de hostilidad que puede acarrear. A los matrimonios jóvenes les digo, que sus primeros tiempos serán muy especiales, pero comenzarán pronto a tener que poner el amor y la paciencia sobre todas las cosas, porque de eso se trata, de manifestar el amor de Cristo, primero en tu matrimonio, luego en tu familia y luego en tu Iglesia y comunidad.